BY: Promotor (promotorrelatos@gmail.com)
Ya hacía dos años que salía con Noelia. Lo que
había empezado como el clásico rollo de sábados por la noche, se había
convertido en algo ya bastante más serio. Cuando la conocí, la verdad es que no
pasaba de ser una golfa más a la que recurría como a otras tantas cuando necesitaba echar un polvo
fácil.
Noelia no era una chica demasiado guapa. Era bajita,
morena de pelo largo por debajo de los hombros, medía 1.64 y algo rellenita
pues pesaba 66 kg. Sus tetas eran bastante abundantes y lo que más me hizo
seguir viéndola sin duda era lo bien que follaba. Mucho mejor que otras chicas
más refinadas y guapas.
Mis amigos y yo la llamábamos”la leona” puesto que sitio a donde fuésemos allí estaba ella. No había
manera de librarse de ella, así al principio cuando me emborrachaba allí estaba
ya rápidamente ella y al poco estábamos follando.
No es la manera más convencional de empezar una
relación estarán pensando ustedes y probablemente tengan razón, pero así es
como se dieron las cosas.
“La leona” era formidable en la cama, podía hacer
con ella lo que quisiese siempre estaba dispuesta y su cuerpo desprendía calor.
Entregada como era ella, poco a poco le empecé a hablar de mi pasión por la
lucha femenina y ella parecía interesada.
Empezó a ser habitual, ver los dos juntos peleas de
chicas mientras follábamos o simplemente como diversión. Un día que estábamos
en casa borrachos los dos, me animé un poco más de la cuenta y le dije lo mucho
que me gustaría verla luchar a ella con otra chica. Ella se dejó llevar y el
ambiente se fue caldeando hasta terminar follando como conejos.
Con Noelia no volví a hablar más del asunto, pero mi
mente empezó a trabajar. La tarea era difícil. Encontrar primero una chica
acorde y después convencerlas a las dos de que se enfrentaran me parecía una
misión imposible.
El primero de mis problemas lo arreglé de la manera
más inesperada. Un sábado de noche, que Noelia estaba trabajando, salí con mis
amigos y cuando ya llevaba unas cuantas copas me dispuse a orinar en medio de
la calle.
Borracho como estaba no me importaba que a pocos
metros de la esquina donde me dispuse a mear hubiese gente. Mientras sujetaba
mi enorme polla en la mano, pude darme cuenta de que alguien me miraba.
Cuando me giré la vi. Era Esther una fulana a la que
ya conocía y reconozco que siempre me había dado un poco de asco. Pero en aquel
momento viéndola borracha como estaba, mirarme la polla con un deseo de
comérmela allí mismo que se notaba a leguas, me la puso dura como una piedra.
Su novio, un pobre hombre al que conocía de vista, estaba allí tratando de que
Esther no mirase mi falo, pero sin conseguirlo.
Caliente como estaba me giré y meneé el rabo cerca
de la cara de Esther y pude ver como efectivamente allí mismo me lo hubiera
chupado encantada de la vida si hubiese podido. Esther era una chica de 34 años
como Noelia, de pelo castaño normalmente recogido, 1,60 y 63 kg. No era lo que
se dice una chica guapa, aunque tenía unas tetas excepcionalmente grandes, sin
duda más que la de Noelia. Era sencillo verla borracha por los bares dada su
afición al alcohol.
En toda esa noche no me pude quitar de la cabeza esa
escena y el morbo que me daba pensar en Esther como rival de Noelia para una
hipotética pelea. Al llegar a casa, le
comenté a Noelia la escena que había vivido mientras meaba. Esta escuchó atenta
y cuando acabé mi relato de los hechos me dijo:
-Tienes que enseñarme a la zorra esa un día. Quiero
saber quién es.
Mi excitación era máxima y supongo que Noelia la
notaría cuando la cabalgué aquella noche. Lo que ella no sabe es que no dejé de
pensar en Esther mientras me la follaba.
El tema quedó ahí aparcado hasta el sábado
siguiente. Noelia no trabajaba y salimos de fiesta. Mi idea fue bastante clara.
En cuanto tuve la ocasión, llevé a Noelia al bar donde me había encontrado con
Esther. Como me había imaginado allí estaba Esther con su novio y con su
borrachera.
La vi y ella a mí y noté como nuestras miradas se
encontraban. Nuevamente me volví a
excitar. Con cautela me dirigí hacia Noelia y le comenté:
-Esa es la chica de la que te hablé.
Noelia se giró mirando a Esther y pude
comprobar como las dos se sostenían la
mirada por unos breves instantes. Esther no cabía duda de que estaba borracha y
Noelia simplemente la miraba de aquella manera.
-Tenías razón. Da bastante asco .no? –me dijo
Noelia.
Esther no dijo nada en el caso de que hubiese oído
el comentario de “la Leona” y Noelia y
yo seguimos a nuestra bola, bebiendo y riéndonos aunque yo ya no me pude quitar
de la cabeza a Esther.
Cuando llegamos a casa abordé el tema con Noelia
abiertamente fruto de la borrachera que ambos llevábamos.
-Me da asco y si te digo la verdad me encantaría
romperle esa cara asquerosa que tiene. Si buscabas verme en una pela deportiva
con esa cerda me resultara imposible.
-Creo que podemos encontrar una forma de que la
puedas pegar no?
-¿Cómo?- me inquirió Noelia.
-Ya te conté que Esther parece como si mi polla la
hiciese entrar en estado de trance..
Noelia asintió mientras me miraba con fuego en los
ojos. Sabía que era celosa y yo sabía que necesitaba darle un buen motivo para
que todos esos celos saliesen a flote en contra de Esther.
-¿qué te parecería llegar a casa y encontrártela
aquí el sábado cuando vengas de trabajar?
Noelia me miró sorprendida y torció el gesto.
-Vamos no me mires así. Es el mejor lugar para que
la puedas zurrar y además será sencillo traerla.
-¿Qué la vas a hipnotizar con tu polla o
qué??-preguntó “La Leona” con maliciosa ironía.
-Exacto. Creo que la desea como ninguna otra…
…
“La Leona” haciendo honor a su apodo me miró con
rabia y por toda respuesta se desplazó rápidamente quedando con su cabeza a la
altura de la entrepierna. Agarrando mi erecto falo se lo metió en la boca y me
lo trabajó como una buena profesional.
Me corrí en su cara y ella se tragó todo mi semen.
Con la cara llena de semen me miró y dijo:
-Por mucho que la desee, esta verga es mía. Que se
prepare esa cerda el sábado. Tráela.
Después de eso, pasé toda la semana en evidente
estado de excitación deseando que el sábado llegase cuanto antes. Con Noelia a
pesar de no mencionar directamente el tema, se notaba que la tensión por lo que
podía suceder estaba en el ambiente.
Los días fueron pasando y por fin llegó el sábado.
Cuando Noelia se fue a trabajar me fui de casa directo al bar donde siempre
veía Esther. Para mi satisfacción allí
la encontré sola, bebiendo como siempre. Hábilmente me senté a su lado y tras
invitarla a una cerveza empezamos a entablar conversación. Entre cerveza y
cerveza, ella fue abriéndose y me contó que tenía problemas con su novio-
“Normal, con lo guarra que eres no me extraña” pensé
para mí.. Sin embargo cada vez el alcohol corría más y a ella le costaba disimularlo.
Miré el reloj y vi que iba bien de hora para mis
planes. En ese momento fue cuando decidí pasar al ataque y le comenté a Esther
la posibilidad de seguir bebiendo y fumando droga en mi casa. En sus ojos se
notó un destello de afirmación y poco después ya íbamos andando en dirección a
mi casa. Al llegar rápido le saqué una cerveza y un poco de marihuana a Esther
que sonrió agradecida. Además me quedé solo en bóxers para facilitar que
subiese la temperatura y a fe que lo conseguí.
Los ojos de Esther no se quitaban de mi entrepierna
que poco a poco se fue transformado en un bulto que sobresalía. Esther lo
miraba con la misma cara de deseo que unos días antes y de repente me agarró la
entrepierna empezando a sobarla.
Noté como el calor subía y le quité la camiseta que
llevaba. Mientras ella hacía como si masturbase mi pene por encima del bóxer en
un acto que me estaba volviendo loco.
En ese momento le quité el sujetador y lo que vi
fueron dos tetas espectaculares. Grandes, con unos pezones poderosos no daba
crédito a lo que veía. En ese momento no pude resistirlo y me lancé a
comérselas con toda mi pasión mientras Esther me sacaba la polla del bóxer para
pajearla ya a su gusto.
Cuando no pude soportar más me levanté y agarrando
mi falo se lo incrusté en sus tetas. Ella lo entendió y empezó a menearlas con
mi polla dentro hasta completar una cubana como no me había hecho nadie hasta
la fecha.
Tras descansar un poco miré el reloj y me di cuenta
de que la parte final del plan se acercaba. En cinco minutos llegaría Noelia
así que aprovechando que Esther me estaba sobando la polla de nuevo la agarré
de los pelos y la bajé hasta mi capullo.
Allí ella empezó a chupar con toda naturalidad y yo
me dejé llevar tirado en el sofá como estaba.
Esther iba desnuda de cintura
para arriba.
-Tenías ganas de chupármela eh cerda…..
-MMMM
siiiiiiiiiiiiiiiiii que bonita polla……..- Decía la golfa de ella.
Mientras me la chupaba me frotaba las tetas con mis
huevos produciéndome un placer intensísimo.
La verdad estaba en el paraíso y
más intuyendo lo que vendría a continuación. Con mi rabo erecto en la boca de
aquella furia, sentí como se abría sigilosamente la puerta de casa. Miré a
Esther y me di cuenta de que ella no se había percatado de la llegada de
Noelia. En breves lo haría de momento que siga mamando……
Por el tiempo que se tomaba deduje que Noelia
estaría poniéndose cómoda y así fue. De repente mientras Esther seguía chupando
y frotandose a mí la vi aparecer.
Se había puesto una cinta en el pelo y llevaba el
conjunto de ropa interior que más me gustaba: El de tigresa. La leona
convertida en tigresa para la ocasión.
Esther no se había percatado de la llegada de Noelia
que mirándome a mí duramente dijo:
-Vaya que bien os lo pasáis ¿no? Levántate de ahí puta ¿qué crees que estás
haciendo?
-Pues comerle la polla a tu novio. Parece bastante
claro ¿no? ¿Es que no lo ves?- dijo Esther con evidente voz de borracha
sacándose la polla de la boca- Acabo y ya me voy si eso –espetó Esther a Noelia
ante mi satisfacción, para acto seguido meterse de nuevo la polla en la boca
como si nada sucediese.
La reacción de Noelia no se hizo esperar. Nada más
que Esther se giró para seguir con su mamada, Noelia la agarró de los pelos
tirando de su cabeza hacia atrás. Lo más morboso es que ni en esa situación
Esther quería dejar de chuparme la verga.
Sin embargo no tuvo otra opción ya que el agarrón de
pelos de “La Leona” fue bueno y Esther dio con sus huesos en el suelo del
salón. Noelia rabiosa y presa de un ataque de celos como estaba la emprendió a
patadas contra Esther que en el suelo optó por cubrirse la cara con las manos
ya que poco más poco podía hacer.
-Ahora vas a pagar el peaje gorda de mierda. Nadie
se come esa polla. Me pertenece.
-A él le gusto yo también- gritó desde el suelo
Esther lo cual solo hizo aumentar la fiereza de la mujer que la estaba
pateando.
Noelia empezó a
dar patadas por todo el costado a Esther mientras la insultaba.
-¡¡¡Puta¡guarra, te voy a matar zorra¡¡¡¡¡¡
Numerosas patadas potentes cayeron por los costados
y los pechos de Esther. Noelia también apuntó y acertó en la cabeza de la
borracha Esther que en el suelo gemía de dolor a cada impacto. A Noelia además
se le estaban ya saliendo las tetas del sujetador de sus constantes movimientos
y eso la hacía parecer más sexy que nunca.
Agachándose agarró del pelo a Esther que se
encontraba dolorida y estrelló su cabeza contra el suelo una vez antes de
ponerla en pie. Esther entre la borrachera y los golpes estaba aturdida y tenía
una ceja abierta. No lo dudó Noelia y la colocó enfrente de ella. Con sus dos
manos la agarró de las enormes mamas a Esther y se las empezó a aplastar y
arañar. Esther sentía un intenso dolor pero aún así consiguió también agarrar
las tetas de Noelia y apretarlas. Las
tetas de Esther eran muy superiores a las la Leona” y me di cuenta de un
detalle. Mientras Esther abarcaba con su mano las tetas de Noelia, esta era
incapaz de hacer lo propio con las de Esther. Esta se dio cuenta del detalle y
de repente mirando a su rival a los ojos le dijo:
-Teta que mano no cubre no es teta sino ubre. ¿Quién
es la mejor de las dos ahora???
Sin duda ese comentario demostraba que Esther era
una mujer valiente y orgullosa. Con un gesto de rabia soltó una de sus manos de
la teta de mi novia e intentó lanzarle un puñetazo a la cara. Pero estaba demasiado
borracha para que sus movimientos fueran agiles y Noelia se dio cuenta de ello.
Esquivó fácilmente el golpe e imitando a
su rival soltó una de las ubres, para ella sí, alcanzar de lleno en la
cara de Esther con un formidable puñetazo.
Esther superada por la potencia del impacto sintió
como sus piernas se tambaleaban, con lo cual cuando “La Leona” cargó contra
ella empujándola perdió el equilibrio
cayendo al suelo con los brazos en jarra.
Noelia se sentó sobre ella poniéndole el coño en la
cara. Montada sobre su enemiga la abofeteó varias veces y le pellizcó los
pezones en repetidas ocasiones.
-Ya verás lo que voy a hacer con tus ubres zorra.-le
dijo Noelia mientras le pegaba un puñetazo en el ojo.
Arañazos, pellizcos, gritos de dolor y llantos fue lo
que prosiguió durante los siguientes minutos. Noelia tenía controlada a Esther
y se lo tomaba con calma. De las ubres de Esther empezaba a salir sangre de los
múltiples arañazos que tenía.
Pensaba que iba a asistir a una pelea igualada pero
el estado etílico de Esther estaba claro que lo impedía. A pesar de eso me
estaba produciendo una enorme excitación la paliza que mi novia le estaba dando
a aquella cerda que en un curioso caso, me ponía a mí más cerdo que ninguna
otra.
Sin ninguna inhibición me saqué la polla que la
tenía dura como una piedra y empecé a sobármela. “La Leona” se dio cuenta de
ella y me llamó. Me acerque a ella desnudo y ella agarró de los pelos a Esther mientras le decía:
-¿Esto es lo que te gustaría a ti hacer ahora eh
puta?
Y empezó a mamármela como nunca antes lo había
hecho. Mientras mamaba, movía su sexo en la cara de Esther de forma lenta y
humillante. Empecé a escuchar los débiles lloros de Esther y mi excitación fue
máxima ya.. Sin poder evitarlo descargué un orgasmo monumental en la cara de
Noelia que ella recibió de buen grado.
Me quedé a un lado observando la cara de mi novia.
Mezcla de vicio, sadismo y excitación. Con su
cara llena de mi leche, sujetó los brazos de Esther al suelo y la golpeó
seis veces a placer en la cara tras lo cual la tetona quedó K0 oyéndose solo
sus débiles gemidos y lloriqueos.
A continuación Noelia se acopló encima de Esther
centímetro a centímetro quedando con sus tetas encima de las ubres de Esther.
Estaba claro que un hipotético tit fight mi novia no tenía nada que hacer ante
aquellas tetazas pero ahora ella tenía el mando y frotaba sus pechos a los de
su vencida enemiga en clara señal de dominio.
“La leona” estaba lanzada y así durante unos minutos
me proporcionó un gran espectáculo. A continuación acercó su cara a la de
Esther y se pasó la lengua por sus labios y cara llena de leche.
Con toda la
leche que pudo reunir, lamió la cara de su rival de arriba abajo en un acto
perverso y humillante.
Mi polla volvía a estar flácida y Noelia lo notó.
Levanto un poco el culo mientras me hacía señas de que la penetrase a cuatro
patas. La escena no podía ser más morbosa.
Esther boca arriba, Noelia sobre ella mirándola a la cara y yo
zumbándome a mi novia por detrás de tal
forma que con el meneo que le daba a Noelia, los pechos de esta golpeaban a los
de Esther. Nuevamente los lloros de
Esther me excitaron más de la cuenta y al poco tiempo me corrí de forma brutal.
Con Esther medio inconsciente y yo completamente
exhausto, “La Leona” aún me reservaba una sorpresa. Colocando de nuevo su coño
contra la cara de Esther, se quitó su braga y mientras me miraba con cara de
vicio y de triunfadora se meó sobre su vencida, derrotada y humillada rival.
Cuando concluyó su humillación se levantó, dio dos
patadas en los costados y se acercó para besarme.
-Espero que te haya gustado aunque esta puta ha
demostrado lo mierdas que es. Voy a ducharme y cuando salga no la quiero ver
aquí ¿vale?.
Asentí mientras mi novia me iba. Contemplé a Esther
satisfecho de la encerrona que le habíamos montado. Además descubrí lo mucho
que me excitaba ver a Noelia humillando y zurrando a otra tía.
Ayudé a Esther a
vestirse y la consolé un poco.
A la hora de irse le di mi teléfono y le pedí el
suyo. Me negaba a que esta fuera la última vez que la iba a ver. Como antes les
dije, me ponía muy cerdo.
Cuando “La Leona” salió duchada y desnuda por
completo, Esther ya se había ido hacía rato. Eran las tres de la mañana y
mientras miraba a Noelia mi polla se puso más dura que nunca. Sin perder tiempo
me la llevé a la cama y tres veces hicimos el amor en aquella noche
inolvidable. El hecho de que entre polvo y polvo no dejásemos de hablar de la
pelea ayudó a que el ambiente estuviese cargado toda la noche.
Había sido una noche maravillosa para mí. Y también
para “La leona”. Quizás no tanto para Esther pero eso ahora ya no me
importaba………….
FIN
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