UNA VELADA MEMORABLE
El gimnasio ardía de emoción y de
excitación cuando se acercaba la hora de la velada. La gente que había
invertido dinero en apuestas, los promotores que habían preparado el
espectáculo y también los espectadores
que habían pagado su entrada al show clandestino que iban a presenciar,
aguardaban expectantes el inicio de una velada que se prometía memorable.
Dos peleas, cuatro peleadoras y mucho
en dinero en juego eran los ingredientes que amenizaban el cartel. Mientras se
acercaba la hora indicada, la gente fue tomando asiento y poniéndose cómoda
para no perderse ni un detalle del espectáculo que vendría a continuación.
VANE VS GIUSY
La primera pelea del día enfrentaría a dos jóvenes y bellas chicas. Por un lado en una esquina del circulo donde se desarrollarían las peleas, estaba Vane una bella chica española de 28 años, rubia de pelo rizado, de pequeños pero firmes y sabrosos pechos. 1,64 de estatura y 60 kg dio en la báscula la pequeña pero sexy chica.
En el
otro lado del círculo, estaba la italiana Giusy. De 23 años de edad, 1,68 y 65
kg de peso fue muy aplaudida por los espectadores. Las dos chicas llevaban un
pantalón corto ajustado de color negro igual e iban en topless.
Las
dos fueron llamadas al centro del círculo que se había formado en el gimnasio y
les recordaron las reglas de la velada. No había reglas. Ambas pelearían hasta
que una de las dos quedase KO y eran libres de usar los trucos y artimañas que deseasen para derrotar a su
adversaria. Las dos jóvenes chicas se sostenían la mirada con sus caras a
escasos centímetros en un gesto de claro reto y desafío mientras les recordaban
las reglas.
Se
trataba de una interesante pelea de rubia contra rubia y el público rugía ya de
excitación y admiración. Las dos chicas se fueron a su esquina y cuando se dio
la señal salieron corriendo la una a por la otra sin ninguna inhibición. Cuando
se encontraron se tomaron de los cabellos y trataron de agredirse con todo lo
que pudieron. Patadas y rodillazos se mezclaban con furiosos tirones de pelo
hacia los lados sin que ninguna llevase la iniciativa hasta que Giusy de un
fuerte tirón lanzo al suelo a Vane. La rubia española salió despedida y rodó
por el suelo mientras la italiana rauda se dispuso a perseguirla No le dio tiempo a rodar demasiado
cuando la italiana ya la había agarrado de los pelos y le lanzaba patadas
constantes por todo el cuerpo.
Vane
aturdida no sabía por dónde le venían los golpes pero en un acto de picardía
logró desde el suelo hacer un barrido a
su rival y tirarla al suelo. Arrodilladas a unos centímetros la una de
la otra se tomaron de los cabellos a la vez y se pusieron poco a poco en pie.
Con
una mano tomada de los pelos, con la que tenían libre empezaron a intercambiar puñetazos pero pronto fue
evidente que la italiana era mejor y más fuerte. Giusy iba avanzando
golpeando Vane que reculaba aunque eso
si valientemente devolviendo golpes ante una rival superior.
Un
buen zurdazo a la cara de Vane la dejó medio grogui lo que aprovechó al
italiana para agarrándola del pelo, impulsarla hacia abajo para meterle la
rodilla por el estomago. El golpe dejó sin aire a la española que quedó
arrodillada sin aire y abriendo la boca en un grito ahogado.
Giusy
no perdió su oportunidad y con una patada en la boca derribó a Vane dejándola
como un trapo en el suelo noqueada y con los brazos en cruz. Cuando se acercó
para verla, Vane tenía la mandíbula rota y le faltaban dos dientes así que la
italiana dio la pelea por terminada.
Poniendo
un pie sobre sus tetas la italiana sacó pecho y mostró sus erguidas tetas con
sus pezones erectos por la excitación de la victoria mientras elevaba sus
brazos al cielo en señal de victoria. La italiana fue aplaudida a rabiar por el
público que había disfrutado de la
paliza que esta le había dado a su rival española.
VANESSA
VS EBONIQUE
Tras unos momentos de descanso, llegaba la hora del plato fuerte de la velada. Muchas
gestiones habían sido necesarias para poder enfrentar a estas dos gloriosas
guerreras que se iban a ver las caras.
Una oleada de aplausos indicó la llegada de la primera
guerrera: la norteamericana Ebonique. Curtida en muchas peleas clandestinas, la
fuerte y grande luchadora de color hizo su llegada luciendo nada más que un
bikini que a duras penas podía contener sus enormes pechos. Ebonique llegaba a
esta pelea en un muy buen estado de forma después de dos sonadas victorias en
el circuito americano. Pero hoy tenía un reto muy duro delante.
Llegada desde Alemania, con una amplia carrera victoriosa en
diferentes modalidades de lucha femenina, llegaba la aclamada campeona Vanessa
Lothar. Vestida con pantalón corto negro y una camiseta de la selección
nacional Alemana de futbol, la campeona estaba esplendida.
Mientras los espectadores aplaudían su llegada, Vanesa y
Ebonique se quedaron e n topless mientras se miraban y se medían con la mirada.
Como las dos chicas de antes fueron llamadas al centro del ring y se les
explicó que la pelea carecía de reglas tras lo cual cada una se fueron a su
respectivo rincón.
Cuando sonó la campana las dos se acercaron pero a
diferencia de la otra pelea, el clásico duelo de negra contra blanca empezó con
más precauciones. Las dos daban círculos esperando el momento ideal para
empezar las hostilidades.
Cuando la negra Ebonique fue a atacar a la alemana esta la
recibió con una frontal directa al pecho que hizo a la luchadora de color dar
unos pasos atrás por precaución. Vanesa fue directa a por la negra y las dos
comenzaron a intercambiarse golpes más
en preocupadas en dar que en recibir.
Así se pasaron dos minutos hasta que se separaron para coger aire y
recuperarse de la frenética pelea.
La negra había salido más castigada ya que la campeona la
trabajó bien a base no solo de puñetazos sino también de certeras patadas. Pero
sin embargo los golpes que conectaba Ebonique eran más duros y contundentes y
la cara de Vanesa presentaba ya daños importantes. Una breve calma para
recuperar y ya estaban de nuevo las dos combatiendo como verdaderas fieras,
devolviendo golpe por golpe cada uno que recibían.
Ebonique lanzaba duros golpes a los costados de la alemana
quien por el contrario trabajaba con el ya y él lo kick de manera formidable.
Según los minutos iban pasando y la pelea ganaba en intensidad, Vanesa se dio
cuenta de que a la negra le empezaba a
faltar el aire. Con un bufido de rabia la Alemana avanzó y tras engañar a la
negra amagándola arriba le metió la rodilla por el estomago dejando a la negra
sin aire.
Vanesa agarró a la negra del pelo y empezó a arrastrarla por el suelo ante los gritos del
público. Al llegar a una esquina del gimnasio, Vanesa lanzó dos rodillazos a la
cara de la negra quien trató de cubrirse como buenamente pudo ante los gritos
del público.
Cuando Vanesa la soltó la negra cayó arrodillada delante
suya y mirándola a los ojos le hizo una muda suplica de piedad. Pero no iba a
encontrar ninguna en la rubia campeona que la estaba venciendo. De repente la alemana
arremetió a patadas contra la negra quién se encajaba por todo el cuerpo.
Con el publico contando las patadas que la alemana lanzaba a
la norteamericana, la sexy Vanesa se cebó con Ebonique hasta pisarle la cabeza
y dejarla inconsciente. La gran Vanesa Lothar había vuelto a pelear y había
vuelto a vencer. Un mar de aplausos eran
dedicados a ella mientras ella posaba con su pie sobre los enormes pechos de su
morena rival que yacía humillada y derrotada.
Vanesa Lothar había vuelto a demostrar porque esa fama que
tenía en el mundo entero. El público encantado por el espectáculo la sacó en
hombros rindiéndole honores a la gran gloriosa guerrera…………