Escrito por María López.
Era Sábado por la noche y hacía en España un calor infernal. Yo me había quedado sola con las criadas, y tenia 15 años. Conchita era una gallega 43 años fuerte y robusta y Encarnita, una murciana de 28. Ninguna se toleraba y Conchita habitualmente provocaba a Encarnita, con el objeto de encender una pelea para golpearla. Una noche presentí que habría una riña y me escondí bajo la cama para ver sin ser vista. Pronto escuché una discusión y las vi rodando por la alfombra tirándose de los pelos. ¡Bruja...! ¡Guarra...! escuché entre otros insultos más gruesos, mientras trataban de ponerse una encima de la otra. A Encarnita se le iluminaron los ojos cuando de pronto se vio sobre el cuerpo de Conchita y creyó que podría dominarla. Pero esta última arqueó su estómago y la desmontó. Rápidamente la puso de espalda y pasando una pierna sobre Encarnita se sentó sobre su estómago. Conchita sonreía de placer. ¡Ya eres mía..! Chilló. Entonces puso sus gruesas rodillas sobre los hombros de la joven. Encarnita estaba perdida, su rival tenía un buen trasero y fuertes muslos con los que inmovilizó a su víctima. Encarnita con su falda recogida pataleaba inútilmente para escapar mostrando unas minúsculas bragas. Desde debajo de la cama veía todos los detalles ¡Sueltemeee...! Imploró Encarnita. ¿Con lo bien que lo estoy pasando te voy a soltar....? respondió Conchita al mismo tiempo que meneaba sus caderas sobre ella para aplastarla. Más de 20 minutos estuvo la gallega gozando sobre Encarnita. Finalmente Conchita descubrió su sexo y para evitar daños irreparables, la derrotada tuvo que repetidamente besarle el clítoris hasta dejarla satisfecha. No conforme todavía, le dijo que la soltaría si el domingo dejaba a su novio un rato a solas con ella .... Encarnita, con lágrimas en sus ojos tuvo que acceder para librarse del peso de su enemiga. Finalmente ésta la soltó dándole una sonora bofetada. Yo era muy joven, desconocía esos "finales femeninos" y quedé muy impresionada. Con el correr del tiempo aprendí lo excitante que son. Naturalmente para la vencedora...
FIN